jueves, 19 de mayo de 2011

Conclusiones y Recomendaciones del Proyecto


§  No hay una planificación de actividades de motricidad fina para sala cuna menor, la mayoría de actividades son de rutina o juego libre.

§  Tanto en sala cuna mayor como con niños de 2 a 4 años, la mayoría de actividades para desarrollar la motricidad fina se centran en trabajos con hojas de papel bond con imágenes impresas las cuales los niños pintan o sobre las cuales pegan papel trozado o rasgado.

§  Las actividades de trozado y rasgado predominan en los centros infantiles observados frente a cualquier otra actividad.

§  Los materiales que las docentes escogen para utilizar en las actividades no están acordes a la edad de los párvulos, no toman en cuenta sus habilidades motrices finas.

§  Hay actividades donde se cuenta con el material idóneo para los niños pero a su vez las consignas dadas por las maestras son complejas y los niños no pueden realizar la actividad. Por ejemplo hacer patrones de figuras geométricas, por color forma con niños de 2 y 3 años.


§  Es necesario tomar en cuenta las habilidades motrices finas de los párvulos al momento de escoger materiales y proponer actividades

§  Si bien los niños de sala cuna menor desarrollan más sus habilidades motrices, no debemos olvidar o dejar de lado actividades para el desarrollo de motricidad fina.

§  Es necesario hacer evaluaciones periódicas de los niños en sus diferentes áreas, así como del material que usamos, la metodología que aplicamos, el contenido que estamos impartiendo, logrando realmente una educación de calidad.


§  http://www.educarecuador.ec/_upload/formacion.La.motricidad.fina.en.la.etapa.infantil.pdf Autora: MSc. Pentón Hernández. Belkins, LA MOTRICIDAD FINA EN LA ETAPA INFANTIL
§  Susana Collado Vázquez, Doctora en Medicina y Cirugía y profesora de la Universidad Rey Juan Carlos (Alcorcón-Madrid)
§  Apuntes de clase, DIDÁCTICA I, Lucía Retamal, 2011
§  Papalia. Diane, Psicología del Desarrollo, Editorial Mc Graw Hill, Edición séptima, pág.: 177 – 184
§  Comellas. Ma. Jesús, La psicomotricidad en preescolar, Ediciones ceac, Tercera edición, España, 1990, pág.: 42 – 57
§  Condemarin. Mabel, Madurez Escolar, Editorial Andrés Bello, Sexta Edición
§  Secadas. Francisco, Psicología evolutiva edad 1 año, ediciones ceac, Segunda Edición, Barcelona – España
§  http://www.educarecuador.ec/_upload/formacion.La.motricidad.fina.en.la.etapa.infantil.pdf
Pentón. Belkis, LA MOTRICIDAD FINA EN LA ETAPA INFANTIL, Portal Deportivo
§  http://es.scribd.com/doc/11455141/Motricidad-Fina-Hojas-de-Trabajo-Preescolar
Morales. Marisol, Motricidad fina preescolar

Propuesta:

Después de analizados los resultados obtenidos gracias a las observaciones realizadas en los nueve centros infantiles respecto a las actividades de motricidad fina es necesario recordar el valor que tiene la educación.

Según Parsons[1] y su teoría Estructural Funcionalista, la escuela es una estructura social en sí misma, con función socializadora a través de la transmisión de  un código simbólico de normas y valores, pero sobretodo, y con respecto al tema en cuestión, la escuela es el instrumento que provee las destrezas necesarias para la asignación del status, orienta hacia la realización de una meta específica: ADECUARSE A LAS NECESIDADES DEL CUERPO SOCIAL y a nivel macro o a nivel micro lo que pretende es el establecimiento, entre y dentro de los grupos, de relaciones interpersonales, cuya función además es asignar estatus adultos y de roles futuros.

Como será posible que nuestros niños en un futuro tengan cierto estatus dentro de la sociedad, si el rol de adulto al que pueden acceder está limitado por las falencias y los vacíos que dejo la escuela.

Uno de los postulados de la educación infantil señala que las edades más tempranas son críticas para el aprendizaje, como esperamos un desarrollo óptimo de la motricidad fina en los niños, y en todas las áreas, si desde sala cuna las únicas actividades planificadas solo involucran lanzar una pelota.

Los niños no aprenden solos necesitan de nuestra guía para que la escuela sea un factor determinante que influya positivamente en la vida de los estudiantes que pasan por ella.

Como se mencionó en el marco teórico, el manejo de herramientas es parte de la vida de los seres humanos, es necesario aprender a utilizarlas, pero para ello debemos desarrollar ciertas habilidades.

En sala cuna menor, con niños de 0 a 3 meses se puede usar móviles y chinescos; de 3 a 6, cuando yo puedan sentarse con apoyo, permitirles que manipulen diferentes objetos, pelotas pequeñas pero de mayor diámetro que su boca abierta, peluches.
Las actividades de rutina ayudan mucho para desarrollar la motricidad fina, con niños de sala cuna menor y mayor, al tomar un vaso entre sus manos, cuando se inician con el uso de la cuchara, pero la motricidad fina no puede limitarse a dichas actividades.


Hay que planificar actividades a manera de juego donde los niños puedan meter y sacar objetos de cajas, de baldes pequeños, esconder objetos debajo de una manta para que trabajar además permanencia pero al encontrarlo permitirle que juegue con el objeto, que lo toque, que recoja cosas pequeñas como semillas, habas, fréjol, no lentejas ni nada demasiado pequeño.


 Las actividades para niños de 2 a 4 años no pueden limitarse a trozar y rasgar papel brillante y pegarlo sobre objetos sin significado. Es necesario que los niños practiquen rasgando y trozando pero si lo van a hacer, deberíamos darles papel cometa en tiras finas o incluso papel crepe que como se muestra en las fichas de observación todos los niños pudieron utilizar. No papel empaque o brillante entero.

Pintar con tempera en papeles grandes para permitirle al niño que experimento con el material, aprenda a usarlo y tenga la oportunidad de realizar movimientos corporales amplios.



Recordemos que los niños irán segmentado sus movimientos a medida que madure su aparato óseo muscular, en relación próximo distal (de la línea media al tronco) y cefalo – caudal (de la cabeza a los pies).

Para pintar es mejor usar primero los dedos como primer instrumento, luego irles familiarizando con las brochas, pinceles de cerdas gruesas, en hojas para dibujar libremente, no con imágenes donde la consigan sea pintarla.


A los 3 años se puede introducirlas (hojas con imágenes), no con el objetivo de que lo hagan perfectamente, sino que se  empiecen a desarrollar freno motor.

Por último cabe recalcar que los niños a esta edad necesitan aun dominar habilidades motoras gruesas, no pueden permanecer sentados pintando, trozando y rasgando y hacer lo mismo cada día. Si bien es importante que potenciemos sus habilidades motrices finas estás deben estar intercaladas con otras actividades.



[1] Prof. Mtr. Nelson A. Raza C., Compilación de las Teorías Sociológicas de la Educación, Quito, 2003

ANÁLISIS DE RESULTADOS


§  En los dos centros infantiles que tienen niños de 0 a 6 meses, de las cuatro acciones motrices propuestas en la ficha de observación (alcanzar – sujetar, alcanzar – soltar, prensión palmar y palmotear o manotear), solo se trabaja la acción alcanzar – sujetar. En las observaciones se indica que los niños no tienen actividades planificadas de motricidad fina, sino dormir, comer y sujetar algún juguete (ninguno en especial) cuando las educadoras ven que el niño ya puede tomar objetos.


§  La actividad alcanzar sujetar, en uno de los centros es trabajada con un niño de dos meses con un móvil que aún no alcanza a sujetar, pero según la teoría los niños necesitan tener objetos que llamen su atención y los impulsen a tomarlos, esos intentos por tomar las figuras móviles ayudaran al niño, paulatinamente, a abrir sus manos para empezar a tomar objetos.

§  De los siete centros infantiles con niños de 6 a 1 año, sólo uno planifica actividades para desarrollar la pinza, tres la prensión palmar y  únicamente dos para meter y sacar objetos de un recipiente. La actividad planificada realizada en su mayoría por los centros es la de lanzar, utilizando siempre pelotas.


§  Debido a la madurez motora del niño, las pelotas medianas que se utiliza para lanzar no le ayudan a desarrollar esta habilidad, la prensión palmar si porque debe abrir sus manos para tomar las pelotas. Son mejores las pelotas pequeñas, sobre las que tiene mayor control y podrá lanzarlas.

§  Al igual que los niños de 0 a 6 meses, los de 6 meses a 1 año hacen más actividades de rutina que planificadas para el desarrollo de motricidad fina. Los niños permanecen con cualquier juguete sin estimulación o intervención suficiente de las docentes.


§  Todas las actividades de motricidad fina: pintar, empujar, tapar – destapar, armar – desarmar, ensartar y pintar, señaladas en las fichas de observación tienen como factor homogéneo el hecho de que las maestra necesitan ayudar a los párvulos a realizarlas, ellos no pueden hacerlas por sí mismo.

§  La acción motriz predominante a trabajar es la de pintar, realizada en 5 centros infantiles de los 7, le sigue la de armar – desarmar, realizada en 4 centros, y pinzar, empujar, tapar – destapar y ensartar realizadas a lo mucho en dos centros infantiles de los 7.

§  En los niños de 2 a 4 años la actividad predominante en el centro infantil, es rasgar y trozar, le sigue pintar.

PROYECTO

Para proyecto se hizo una investigación de tipo primario, es decir, se recopilo información de manera directa, para ello se elaboró una ficha de observación que fue aplicada en nueve centros infantiles de la ciudad de Quito en los meses de febrero a mayo del año 2011, recopilando datos referente a las actividades que se desarrollan en las instituciones.

La información fue analizada haciendo una descomposición del tema en sus partes constitutivas para luego unir sistemáticamente los elementos heterogéneos del fenómeno a observar, con el fin de reencontrar la individualidad del tema, por tanto se utilizará el método Analítico – Sintético,

Para poder recopilar la información nos valimos de la técnica de observación que consiste en observar el fenómeno, hecho o caso, tomar información y registrarla para su posterior análisis.
Nuestra observación fue Directa – de campo, porque la información obtenida se recopilará personalmente al estar en contacto con el hecho a investigar. 

Para las observaciones se elaboró una ficha de observación que consto con datos informativos  y un listado de acciones motrices finas que se deben realizar en determinadas edades, determinando además el recurso que se utilizó, si los niños pudieron realizar de manera autónoma la actividad, si tuvo excesiva ayuda de la maestra o si definitivamente no pudo solo ni con ayuda, por último y en frases cortas se señalará que hicieron en la actividad.

Los instrumentos fueron aplicados cada vez que se realizaban actividades planificadas que involucren ejercitar la motricidad fina.

 

MOTRICIDAD FINA

El ser humano es capaz de manejar un conjunto importante de herramientas  gracias a un sin número de perfeccionados movimientos de manos, brazos y dedos, estos movimientos pueden ser logrados por la maduración de las estructuras óseo musculares de las que está provisto.

Pero esta maduración será posible gracias a las diferentes experiencias que el niño tenga con su entorno y los objetos que en él encuentre, desarrollando así su motricidad fina. A continuación se definirá con mayor precisión este concepto.




¿Qué es motricidad fina?

Son todos aquellos movimientos que realizamos con los músculos pequeños de nuestro cuerpo, como los de la cara[1], manos y pies.

Estos movimientos se logran gracias a una asombrosa coordinación de nuestro aparato motor, y nervioso que actúan como una unidad y se irán perfeccionando a mediad que el niño tenga diversas experiencias con objetos de su entorno.


Características Motoras Finas de niños de 0 a 2 años

Al inicio, un recién nacido cerrará su mano en puño al contacto de cualquier objeto, mas este acto es sólo reflejo; es un rasgo primitivo que a pesar de no poder compararse aún con el de un adulto, es un indicio de madurez inicial. Pero todavía necesita adquirir un control fino de sus músculos, que le tomará años perfeccionar.

Su primer acto voluntario se produce al juntar sus dos manos; es su primer peldaño en cuanto a motricidad fina.


A los tres meses trata de alcanzar objetos, su visión está muy desarrollada, mas su coordinación ojo – mano necesita de perfeccionamiento. Tras varios intentos lo logra, alcanza objetos y los sujeta llevándoselos a la boca.


Dos meses después, tras repetir la experiencia (alcanzar – sujetar) varias veces, los bebés logran una coordinación de alcance – aferrada. Cada día quieren tomar más las cosas por sí mismos, exploran los objetos, e incluso aquellos que se encuentran en movimiento, pero todavía necesitan adquirir la habilidad de soltarlos voluntariamente sin esperar que estos sean los que se suelten de sus manos. 

A los seis meses logran soltar objetos voluntariamente, y posterior a ello aprenden a lanzarlos, además, utilizan sus manos como cuchara y entre los 8 y 10 meses de edad, por primera vez logran pinzar al tratar de tomar algo con sus dedos. Este hecho es considerado uno de los hitos en cuanto a motricidad, pinzar es un rasgo característico de los seres humanos.



Al llegar al año de edad, a los niños les llama la atención la manera de comer de un adulto; al tratar de imitarlos rotan su muñeca, su pulgar ejerce presión en la cuchara y su coordinación ojo mano se pone a prueba. Sus intentos por utilizar una cuchara para comer darán sus frutos tras la práctica.


Características Motoras Finas de niños de 2 a 4 años

A los dos años tiene todo un conjunto de habilidades que los hacen capaces de utilizar muchas más herramientas, esta habilidad para utilizar herramientas por sí solos los hará autosuficientes, es una forma de autoexpresión y liberación de los adultos. Poco a poco ya no las utilizarán únicamente de manera funcional sino también de forma creativa, garabateando en un inicio, 


A los tres años es capaz de distinguir entre escribir y dibujar, aunque no logré ejecutar ninguna de las acciones correctamente, su habilidad de pinzar, la coordinación ojo – mano y sobretodo el deseo de expresar sus ideas  harán que intente plasmarlas en dibujos y letras.






  Autora: MSc. Pentón Hernández. Belkins, LA MOTRICIDAD FINA EN LA ETAPA INFANTIL

LAS ACTIVIDADES EDUCATIVAS VARIABLES

¿Qué son las actividades? - Características 

Las actividades variables son aquellas acciones que la docente planifica con un objetivo específico y que pretenden desarrollar en el niño, un área o dimensión particular.

Existen otras denominaciones para este tipo de actividades: de enseñanza – aprendizaje, educativas, cambiantes, etc., pero todas las actividades en el centro tienen el objetivo de enseñar a los niños, sea conocimientos, conductas, hábitos o habilidades, por tanto, se  considera mucho más certera la denominación de actividades variables.

Estas actividades se realizan todos los días, alternando con aquellas de rutina y recreación, tienen una estructura definida pero a la vez flexible y deben cumplir con ciertas características.

Deberán estar acordes a los objetivos planteados y a la edad evolutiva del niño, respetando sus características motoras, de lenguaje, pensamiento y nivel socio afectivo.

Serán planteadas a manera de juego, promoviendo siempre la participación activa del niño, por tanto además deben ser creativas, novedosas, llenas de interés para atrapar su atención.


No pueden ser extremadamente largas, se debe tomar en cuenta el poco grado de atención que tienen los niños a esa edad, a más de otras características, como su pensamiento transductivo (de lo particular a lo particular), por tanto se debe ir de lo simple a lo complejo, de lo  concreto a lo abstracto.

Deberán ser variadas, utilizando diferentes recursos, con diversos propósitos o temas para que los niños al ir al centro infantil tengan un espacio donde acceden a diversas experiencias.

Tendrán que ser significativas para el niño, es decir, aquellas capaces de conectar los conocimientos previos del párvulo con nuevos, que sean importantes, trascendentes y que le generen placer al realizarlas. 



Que sean repetidas varias veces por el niño  pero con experiencias diferentes cada vez, recordando que la atención de los niños puede ser captada con ideas novedosas, diferentes, inusuales.

Que tengan como apoyo material didáctico acorde para su edad, recordando que el desarrollo de los niños se da en procesos, de lo simple a lo complejo en cuanto al pensamiento, de lo global a lo segmentado en lo motriz.

En cuanto al material es importante detallar con mayor profundidad sus características e indicar cuáles serían los más apropiados para cada edad, lo cual se detallará a continuación.


Materiales para actividades de motricidad fina con niños de 0 – 4 años

Los niños en sala cuna menor, sobre todo los de 0 a 6 meses pasan la mayoría de su tiempo durmiendo, y las destrezas que desarrollan mayoritariamente lo hacen en el  dominio motor grueso, pero debe existir un espacio para que manipulen objetos, los alcancen por si mismo y ensayen soltarlos.




Entre los 6 meses y 1 año, ya sentados con apoyo podemos ofrecerles pelotas de diferentes colores, y texturas, cosas pequeñas para que las recojan y desarrollen la pinza, para ello se puede utilizar algunas semillas como habas, maíz, fréjol, teniendo cuidado de que no las ingieran.


Al 1 año podemos incorporar a la lista de herramientas  a usar, crayones gruesos y papelotes para que pinten sobre ellos sin ningún tema en particular.


Entre los 2 y 4 años, la gama de herramientas se abre, podemos empezar a usar temperas con brochas y pinceles gruesos, legos grandes, rompecabezas de 3 figuras.


Introducción

Dentro del currículo parvulario existe un elemento que permite el actuar de los niños, que pone en práctica nuestros objetivos y que nos permite observar de manera directa las fortalezas y debilidades de los niños a nuestro cargo. Este elemento es conocido como las Actividades.

Las actividades son todas aquellas acciones que realiza el niño, guiadas por las docentes y que le permitirá al párvulo tener diversas experiencias en las diferentes áreas de desarrollo.

Existen varios tipos de actividades, las de rutina, variables y las de ocio o tiempo libre[1], en el presente proyecto haremos referencia únicamente a aquellas de tipo variable, que como todo elemento del currículo, deberán responder a ciertos principios o características fundamentales, específicas para las diferentes edades evolutivas de los niños, logrando así coherencia y pertinencia de las acciones de las docentes.

Esta coherencia dependerá de la capacidad de la facilitadora para crear, elaborar y planificar actividades acordes a la edad evolutiva, por ende, con respeto a las características propias de los niños en sus diferentes edades.

Después de las observaciones realizadas en los centros infantiles de práctica, se ha podido constatar que la mayoría de actividades que realizan los niños involucran trabajos de motricidad fina, es decir aquellas actividades donde ejercitamos los músculos pequeños del cuerpo para lograr precisión y coordinación en nuestras acciones, como pintar, dibujar, ensartar, rasgar, etc. 

Pero muchas veces las docentes sobrevaloran las capacidades de los niños, pidiéndoles que realicen trabajos no acordes para su edad o con materiales poco aptos para ser utilizados por los párvulos, olvidando por completo las características de los niños en sus diferentes edades.

Por tal motivo, es de interés investigar si en los centros infantiles se da énfasis a las actividades variables para el desarrollo de motricidad fina, si utilizan los recursos adecuados y están acordes o no al desarrollo evolutivo de los párvulos.  




[1] Bartolomé. Rocío, Manual del educador infantil, Editorial Mc. Graw Hill, 1997, Colombia, pág.: 399